La inminente necesidad de igualdad es un ejercicio paradójico. Nuestra sociedad fracasa como producto de una ignorancia generalizada, sobre todo en lo que significa ser una sociedad, se acompleja también cuando agregamos otros temas como la demografía, el riesgo ambiental y la proyección a futuro. No se trabaja en el futuro, se trata de moldear el presente, pero esto suele ser insuficiente cuando no se cuenta con la mínima intención de cambiar.
Y la pregunta obligada es: ¿Pero quien es el responsable?.
Los gobiernos, la sociedad, la organismos de cooperación internacional. Los mismos problemas de hace dos siglos siguen persistiendo en nuestra sociedad. Existe una necesidad de cambio, se entiende, solo es eso. Desde el punto de vista global es inevitable y necesaria la participación de organismos de cooperación para resolver problemas de esa índole, pero es necesario no desatender los problemas que se presentan localmente.