Dicen que queremos ser más listos que los viejos. Y no somos sino mas tontos.
La inteligencia es un bien temporal. El pensamiento se ha vulgarizado a tal nivel que su escencia ha desaparecido casi a su totalidad.
Somos solo un moneda de cambio, solo existimos como un recurso operativo. A cambio, no recibimos sino una falsa libertad, falsa democracia, falsa verdad, falsa vida.
La ambición siempre llevará a un inminente extinción. El balance no existe en el pensamiento moderno. El control existe en el ignorante. El poder en el ambicioso. La verdad, ausente en los simbolos.
Dicen de la verdad, de la justicia, del valor. Lo que no dicen es que sólo está ahí, en una línea.