Durante mucho tiempo escribí con el propósito de calmar mi mente. Con el tiempo aprendí que las cosas salen, siempre como consecuencia de una emoción. Soy una persona esencialmente emocional. Mi naturaleza a menudo choca con profesión, pero me fascina la forma en como me permite ver las cosas. En este siglo, ya que no conozco algún otro, hasta ahora, nuestra generación se caracteriza pro estimular un pensamiento extremadamente lógico. Para quienes poseemos una naturaleza llena de emoción y pasión haber crecido en un mundo donde esta naturaleza te encasilla pare ser más un problema que un don. Con el tiempo he aprendido a conocer mi espíritu, mi mente y a amar mi instinto y a verlo como un aliado, mas que a un enemigo.
